lunes, 25 de agosto de 2014

El fantasma del SIDA


1986 - œLa dá‚ácada de los 80 del siglo XX se recordará á por muchas
cosas positivas, en el plano cultural y sobre todo en el plano
tecnolá¢ágico, aunque tambiá‚án se la recordará á como el momento en
que hizo su apariciá¢án el SIDA, el sá¡ándrome de inmunodeficiencia
adquirida, un trastorno má¢árbido del sistema inmunolá¢ágico que deja
a los afectados sin anticuerpos para defenderse contra las infecciones
y dolencias agudas que, cuando se desencadenan, atacan impunemente
el organismo. Estudios recientes llevados a cabo por cientá¡áficos
estadounidenses permiten creer que la afecciá¢án existe en algunos
paá¡áses africanos como Zaire, Ruanda, Burundi, Uganda, Kenia o
Tanzania desde hace unos cuarenta aá¤áos. Su trasplante a Europa y
Estados Unidos se atribuye a una corriente inmigratoria de Haitá¡á,
muchos de cuyos miembros acabaron por radicarse en los Estados
Unidos, Francia e Inglaterra. Otra teorá¡áa postula que el SIDA
viajá¢á con los homosexuales americanos que acostumbran pasar sus
vacaciones en Haitá¡á. Lo que parece evidente es que los primeros
afectados fueron africanos de raza negra. La reacciá¢án del pá£áblico
frente a la difusiá¢án de la enfermedad ha oscilado entre la indife­rencia y la angustia paranoica. Tanto los má‚ádicos especialistas
como los miembros de los colectivos llamados "de riesgo": heroiná¢á­manos, homosexuales y hemofá¡álicos, coinciden en seá¤áalar que ambas
actitudes resultan contraproducentes. En los Estados Unidos,
donde un 20 % de la comunidad homosexual se empeá¤áa en ignorar la
existencia del SIDA, el 80 % restante ha introducido profundas
modificaciones en sus há ábitos erá¢áticos. En Espaá¤áa, los especialistas
puntualizan que la tasa de enfermos es lo suficientemente baja
como para que cualquier alarma resulte exagerada.
El mecanismo de la infecciá¢án es semejante al de la hepatitis. El
virus, denominado HTLV3, ataca las cá‚álulas T y T linfocitos, que
tienen un papel fundamental en el sistema inmunolá¢ágico. La repro­ducciá¢án del virus es miles de veces má ás rá ápida que cualquier otra
forma de microorganismo conocido. Los sá¡ántomas má ás importantes de
la enfermedad son: fiebre que dura mucho tiempo, pá‚árdida de peso,
diarreas e inflamaciá¢án de los ganglios. Luego suelen aparecer
otras afecciones como neumoná¡áas, el sarcoma de Caposi (una variedad
de cá áncer de la piel), infecciones micá¢áticas en las vá¡áas respiratorias
y el aparato digestivo, y otras. Todos estos males se desarrollan
por la disminuciá¢án o pá‚árdida de la capacidad defensiva del organismo
que en condiciones normales puede reaccionar con á‚áxito. La transmisiá¢án
del mal se opera exclusivamente por vá¡áa sanguá¡ánea. Para que el
contagio sea posible es necesario que un glá¢ábulo blanco infectado
llegue al torrente sanguá¡áneo de un individuo sano. En el caso del
contacto sexual, deben coincidir llagas o fisuras de las mucosas
para que el contagio sea posible. En el de los heroiná¢ámanos y
hemofá¡álicos es má ás fá ácil pues es por agujas hipodá‚ármicas o sangre
contaminada. Con el desarrollo de la enfermedad, los grupos de
riesgo han crecido y ya existen muchos heterosexuales contagiados.
Aunque una buena parte del problema viene dada por la condiciá¢án
de plaga bá¡áblica que quiere dá ársele al mal. Se habla de apocalipsis
con el que culminará á la á‚ápoca de desenfreno y descreimiento de
fines del milenio, se ve en los homosexuales y prostitutas a
elementos perversos elegidos por el Maligno para difundir la
enfermedad. Y ya han ocurrido hechos y se han tomado medidas
discriminatorias por parte de colectivos sanos o "puros" contra
los enfermos o "apestados". La esperanza de los realistas está á
puesta en el descubrimiento de la correspondiente vacuna, en la
que se trabaja afanosamente.

”Las revistas populares, como• Stern”, comienzan campaá¤áas de prevenciá¢án
contra el SIDA: aquá¡á se propugna el uso de preservativos•

”La campaá¤áa se populariza en la calle: "No mueras por ignorancia"•

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