Pará¡ás, 1793 - œTras la ejecuciá¢án de
Luis XVI (a la que seguirá¡áa la de la
reina Mará¡áa Antonieta), el abogado
Maximilien de Robespierre (* 1758,
Arras) se convierte en la figura dominante del Comitá‚á de salvaciá¢án pá£áblica, á¢árgano del poder real en Francia. Miembro de la tendencia de la
Montaá¤áa, Robespierre impone un programa que en buena medida responde a
los deseos de los ”sans-culottes•, pero
al mismo tiempo se pronuncia contra
el ateá¡ásmo, que separa de la revoluciá¢án a las masas catá¢álicas. Una vez
reforzado su poder, denuncia que tanto
los dirigentes de izquierda como los
de derecha actuaban como agentes del
enemigo exterior. Primero hizo detener
y ejecutar a los hebertistas, y poco
despuá‚ás, aunque no sin vacilaciones,
condená¢á a la guillotina a su antiguo
amigo y compaá¤áero de lucha, Dantá¢án.
Se inicia entonces, bajo su mandato,
el perá¡áodo má ás duro del terror. La
polá¡ática draconiana auspiciada por
Robespierre permitiá¢á a la revoluciá¢án
enfrentarse con á‚áxito a la alianza
militar europea, aplastar las conjuras
de los girondinos y los le¬vantamientos
moná árquicos que se produjeron en el
interior.
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