Italia se defiende de la mafia

Palermo (Sicilia), 10.2.1986 - œMá ás de 700 jefes de la mafia se
sientan hoy en el banquillo de los acusados, al inicio de lo que
ya ha sido calificado como proceso del siglo contra la delincuencia
organizada.
Los muros de la prisiá¢án de Ucciardone, que son hoy en dá¡áa los má ás
vigilados de toda la Repá£áblica Italiana, albergan en su interior
el má ás vasto concilio mafioso de la historia de esta ya centenaria
organizaciá¢án clandestina. Los miembros de este atá¡ápico congreso
del crimen, sin embargo, no se hallan aquá¡á por su propia voluntad,
sino que fueron detenidos, a los largo de estos á£áltimos tiempos,
en lo que ha sido, sin duda, la má ás intensa y productiva operaciá¢án
policial para terminar con el poder de la mafia. Entre los detenidos
figura Caetano Badalamenti, que hasta no hace mucho estaba considerado
como el má ás preeminente de todos los capos mafiosos del viejo
continente. Minado en su poderá¡áo por los dirigentes de las gene­raciones má ás já¢ávenes, ansiosos de dinero rá ápido y fá ácil, sin
reparar en los má‚átodos para conseguirlo, Badalamenti resigná¢á su
autoridad y se autoexiliá¢á de Sicilia, porque esta era la á£ánica
forma má ás o menos segura de que los á ávidos ”yuppies• del crimen colectivo le respetaran la vida.
Detenido má ás tarde en espaá¤áa, de donde ha sido finalmente extraditado
a Italia, es Badalamenti hoy la figura má ás destacada del gran
proceso, no sá¢álo por el respeto que impone su pasado, tanto entre
los demá ás detenidos como entre el pueblo de Sicilia e incluso
entre los policá¡áas y los magistrados, sino, en primer lugar,
porque se especula con que se convierta en el primer mafioso
arrepentido. De confirmarse estas especulaciones, que indican que
Badalamenti, al igual que varios de sus compaá¤áeros de presidio,
se acogerá¡áan, como han hecho muchos miembros de las bandas terro­ristas, a la figura judicial del arrepentido -fruto de la fá‚ártil
imaginaciá¢án latina, que en Italia, a veces adquiere ribetes
calenturientos hasta en las má ás elevadas esferas-, entonces la
mafia, por primera vez desde la derrota del fascismo, se encontrará¡áa
en verdadero peligro de desapariciá¢án.
La figura del arrepentido, de acogerse a ella algunos de los
capos mafiosos, echará¡áa por tierra, acaso para siempre, la legendaria
ley del silencio, u ”omertá á•, que rige como condiciá¢án primordial
para los mafiosos y que constituye una de las bases má ás sá¢álidas
de su extensiá¢án y de su poder.
Otro dato interesante de este abultado proceso lo constituye el
hecho de que un pueblecito Siciliano de 12 000 habitantes escasos,
perdido entre las montaá¤áas, Corleone, tiene nada menos que a medio
centenar de sus hijos má ás dilectos (y má ás ricos) sentados en el
banquillo. Corleone, localidad reputada en Sicilia por sus naranjas,
a las que se califica, con tá¡ápica exaltaciá¢án insular, como las
mejores del mundo, tambiá‚án merece un lugar en los anales de esta
torturada isla del Mediterrá áneo por ser, de toda Italia, el lugar
con el á¡ándice de delitos contra la propiedad má ás bajo, hecho que
se repite, invariable, desde hace ya algunos lustros. Es claro
que si los potentados de Corleone son todos, sin excepciá¢án que se
sepa, altos miembros de la mafia, o está án, por lo menos, muy
vinculados a la misma, difá¡ácil será á encontrar al ladrá¢án que se
atreva a robarles, no ya las joyas de la signora o la propia
billetera, sino el má ás pequeá¤áo cajá¢án de naranjas.
El juez instructor  del proceso de Ucciardone, magistrado Giovanne
Falcone, es otro de esos sicilianos graves y enjutos, imperturbables
y tenaces, que, a pesar de las numerosas amenazas de muerte que
recibe, a un promedio de tres por dá¡áa, no ha vacilado ni una vez
en cumplir con su deber. Segá£án se comenta, Falcone ha reunido un
monstruoso caudal de pruebas, de indicios criminales cuando
menos, que podrá¡áan resultar concluyentes para que se dicten
largas condenas masivas a la mayorá¡áa de los implicados.
El local donde se llevará á a cabo el proceso es un moderno ”bunker•,
vecino a la repetida prisiá¢án de Ucciardone, y que cuenta con los
má ás sofisticados sistemas de seguridad.

”Juicio contra la mafia: el palacio de justicia es ya un zoo humano•