lunes, 25 de agosto de 2014

La crisis del petróleo: del conflicto Este-Oeste al enfrentamiento Norte-Sur


La dependencia de las grandes potencias sufre un cambio radical a
partir de la conferencia de Argel. Hasta este momento, parece
claro que en el panorama internacional las naciones se dividen
bá ásicamente en dos bloques: Este y Oeste. El apoyo de los Estados
Undios o de la URSS condiciona la pertenencia o clasificaciá¢án de
las diferentes naciones en cada uno de estos bloques. Las conclusiones
de Argel marcan una nueva divisoria. La dimensiá¢án econá¢ámica de
las relaciones internacionales se considera mucho má ás importante
para su futuro que los aspectos militares, polá¡áticos o ideolá¢ágicos
que sustentan las antiguas posiciones. El mundo ya no puede
dividirse en paá¡áses del bloque occidental o del oriental, ya no
hay Este ni Oeste. Ahora, la diferencia entre las naciones sá¢álo
se mide por su capital econá¢ámico: hay paá¡áses ricos y paá¡áses pobres, o en vá¡áas de desarrollo, en versiá¢án aufemá¡ástica. Una
visiá¢án que el Movimiento de Paá¡áses No Alineados tiene clara.
Existe el Norte (paá¡áses desarrollados) y el Sur (en vá¡áas de
desarrollo).
La guerra á árabe-israelá¡á de 1973 viene a patentizar claramente
esta visiá¢án del mundo, con un pulso de fuerza. Los paá¡áses á árabes,
grandes productores de petrá¢áleo, inician el embargo y reducciá¢án de
la producciá¢án petrolá¡áfera y su posterior elevaciá¢án de precios.
La declaraciá¢án final de la conferencia de Argel, en la que se
hace un llamamiento al diá álogo dirigido a las grandes potencias,
para que las negociaciones comerciales multilaterales sirvan para
invertir las tendencias desfavorables a los paá¡áses subdesarrollados,
comienzan a encontrar eco en Occidente. Al forzar a los paá¡áses
moderados del golfo Pá‚ársico a aliarse con los regá¡ámenes á árabes
progresistas, la guerra á árabe-israelá¡á acelera el curso de la
historia petrolera, poniendo fin a la llamada á‚ápoca de la energá¡áa
barata. Los paá¡áses miembros de la Organizaciá¢án de Paá¡áses Exportadores
de Petrá¢áleo, reunidos en Teherá án (22-23.12.1973), deciden duplicar
el precio del petrá¢áleo bruto.
Incapaces de reformar el sistema monetario y luchar eficazmente
contra la inflaciá¢án, los paá¡áses ricos se ven obligados a adoptar
medidas defensivas ante el empuje de la guerra del petrá¢áleo, a la
que se ha aá¤áadido ademá ás una elevaciá¢án de los precios de la mayor
parte de las materias primas. Occidente encuentra su talá¢án de
Aquiles. No es sá¢álo que el alza del petrá¢áleo incide en la inflaciá¢án;
los desajustes econá¢ámicos de Occidente provienen de una polá¡ática
econá¢ámica que fundamenta la expansiá¢án en el consumo indiscriminado
de materias primas. Ante esta situaciá¢án, el Norte y el Sur no
tienen má ás remedio que sentarse a dialogar.

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