Videla depone a Isabelita

Buenos Aires, 24.3.1976 -œ Isabel Perá¢án, presidenta de Argentina
desde la muerte de su esposo, Juan Domingo Perá¢án (1.7.1974), es
derrocada por un golpe militar. Depuesta Isabelita -como se la
conoce popularmente, aunque se llame Mará¡áa Estela Martá¡ánez-, toma
el poder una Junta militar constituida por los jefes de las tres
Armas y que preside el jefe del Ejá‚árcito, Jorge Rafael Videla.
Los otros miembros son Emilio Massera (Marina) y Orlando Agosti
(Aviaciá¢án). La Junta prohá¡ábe la actividad de los partidos polá¡áticos,
ordena la ocupaciá¢án de las sedes sindicales y anuncia una guerra
sin cuartel contra los delincuentes subersivos, que en lenguaje
castrense significa la guerrilla del ERP y los Montoneros.
Como otras veces en Argentina, tristemente habituada a los cuarte­lazos, el golpe se vená¡áa anunciando por la prensa desde hacá¡áa
tiempo. Pero eran posiblemente má ás que en otras ocasiones, espe­cialmente entre la clase media, los que esperaban que los militares
vinieran a poner orden. Ya en los inicios del gobierno de Isabel
Perá¢án se adjudicá¢á a los militares un protagonismo que entonces no
deseaban, interesados má ás bien en esperar el previsible desgaste
del peronismo, dividido en facciones irreconciliables, y el
consiguiente deterioro del gobierno. Salvo en lo referente a la
represiá¢án de la guerrilla, tarea que les fue encomendada por
Isabel Perá¢án, los militares mantuvieron una asá‚áptica distancia de toda decisiá¢án gubernamental. Querá¡áan aparecer desvinculados del caos.
En los 21 meses de gobierno de Isabel Perá¢án, la crisis econá¢ámica
se agravá¢á, como lo muestra la inflaciá¢án cercana al 335 % y la
alarmante recesiá¢án industrial. La violencia se convirtiá¢á en un
hecho cotidiano, tanto por la ofensiva guerrillera como por la
acciá¢án de bandas de ultraderecha, entre ellas la Triple A del ex
ministro Lá¢ápez Rega. La influencia lopezreguista, pese a la
dimisiá¢án del todopoderoso ministro en 1975, era aun mayor en el
gobierno desde enero, cuando la presidenta cesá¢á a la fracciá¢án
moderada del gabinete. Negá ándose a renunciar, como se lo sugerá¡áan
desde varios frentes polá¡áticos, Isabel suprimiá¢á la perspectiva de
un nuevo gobierno en la legalidad: la á£áltima esperanza, quizá ás
ilusoria, de evitar el golpe.

”Argentina: La Junta hace una de sus primeras apariciones pá£áblicas•